jueves, 4 de junio de 2020

Apunte 3: Mundo

Wittgenstein utiliza el concepto “mundo”, para aludir al sentimiento místico que se tiene al contemplar el mundo sub especie aeterno, como un todo limitado.

Esta imagen del mundo, se opone a la imagen del mundo que del atomismo, que ofrece un mundo dividido en hechos.

Es decir, el concepto “mundo” incluye algo ajeno a la concepción de “concepto” de occidente, que quiere decir, que no se separa la reflexión en conceptos, más bien, todo está incluido en un “algo”, que puede ser cualquier cosa, un pensamiento, una imagen, un pensamiento, una letra, una palabra, un roce, un gesto, una sensación, una emoción, un saludo, una despedida, una sensación erógena, algo del terreno kinestésico, algo corporal, algo de cualquiera de los cinco sentidos: tacto, vista, oido, gusto y olfato.
La comprensión de este otro conocimiento, requiere de lo que Wittgenstein nombra como mundo sub especie aeterno. Desde una visión teológica, quiere decir, un mundo que se encuentra abajo del Reino de Dios, el cual a grandes rasgos, desde el particular punto de vista de la Antropología Teológica, se trataría del destierro de Adán y Eva, quienes tienen el pecado original, y están condenados a vivir como animales, desde sus 5 sentidos. Mundo sub especie es un mundo que se encuentra abajo de la especie, de tipo aeterno, es decir, eterna, que es del Reino de Dios, y no percibe como animal, es decir, desde sus 5 sentidos. Se trata de un conocimiento enlazado con algo espiritual.








Apuntes 2: Sustancia

Desde los griegos se dice que la sustancia es lo que permanece a través del cambio. Para Wittgenstein, la sustancia es lo que permanece a través del tiempo. La sustancia es el requisito para figurar el mundo verdadera o falsamente. La sustancia determina la forma. Lo que permanece a través del tiempo son los objetos. Los objetos tienen sustancia.

La sustancia es el requisito para "figurar" el mundo. Figurar viene de "figura", es decir, dar figura a algo. Iniciar algo que no tiene aspecto, es decir, algo que no figura. Una figura es reconocible, en otras palabras, se reconoce.

Aquello que inicia lo que no se reconoce, es la figura. La figura inicia el reconocimiento de algo no conocido. Ese que permite reconocer, es decir, la figura, está hecha de sustancias. Esa figura deja objetos, es decir, estarán hechos a medida de esa figura que permite reconocer, e iniciar. Los objetos entonces, tienen sustancia.

Lo más cercano y palpable al ser humano, de la sustancia, son los objetos. Los objetos permiten al ser humano, delimitar el mundo. La metafísica y la magia, requieren de objetos, es decir, de sustancia, lo que deja de lado su comprensión, por el conocimiento occidental, porque ese tipo de conocimiento, requiere de abstracciones, pero no de combinaciones de objetos, ni de interacciones específicas de objetos, denominadas en antropología, rituales.